¿POR QUÉ EDUCAR?
Desde que los primeros lobos fueron amansados, hemos ido perfeccionando su existencia hasta transformarlos física y mentalmente de forma que hoy día tenemos dos especies muy diferenciadas, el Lobo propiamente dicha (Canis Lupus) y el perro (Canis Lupus familiaris).
Decir que un chihuahua es un lobo, es una temeridad, pero en realidad, lo es. Simplemente lo hemos transformado de tal manera que cualquier parecido con la realidad es una mera coincidencia. Sin embargo, el haber creado una especie doméstica a partir de una salvaje, no implica que sepamos comunicarnos con esa especie. Hemos sabido adaptarla, que trabaje con y para nosotros haciendo nuestra vida más cómoda, pero el hecho de comunicarnos y entendernos con ella sólo está al alcance de unos pocos.
Gente que se ha preocupado de devolverle a esa especie su derecho a pensar (Si, piensan), de actuar y sentir de manera que forme parte de la sociedad humana como uno más. Gente que la entiende, la admira y se siente orgullosa de ella. Esa gente, afortunadamente cada día más, tiene la sensibilidad necesaria para entender que un perro va más allá del hecho de ser una mascota. Esa gente sabe que su perro le va a devolver con creces el cariño y confianza en él depositados. Y esta gente no necesita a nadie que les diga cómo enseñar o educar a su perro.
En cambio, al igual que sucede con nuestros hijos, (muchas veces, recurrimos a psicólogos, psiquiatras, pedagogos etc..que nos ayuden en su formación) debemos consultar o recurrir a los servicios de profesionales y expertos en el mundo canino para que nos ayuden a entenderlos y a tenerlos a nuestro lado. Debemos recurrir a veterinarios, etólogos o educadores caninos, si queremos que nuestros perros tengan la vida en y con la familia, adecuada.