Un perro bien enseñado nos reportará grandes beneficios en varios sentidos. El emocional, confianza en nosotros mismo, orgullo, amistad, compañerismo etc…
Un perro mal educado hará lo contrario. Frustración, miedo, desconfianza etc… provocarán que el animal dé con sus huesos en la calle, sea sacrificado o se le entregue en un centro de recogida de animales con un porvenir incierto y duro para él.
Hoy día, con el estudio y observación, se ha avanzado, al igual que en otras facetas de la vida, en el conocimiento de los perros. Lo que antes era una imposición sin más, para que el perro obedeciera órdenes, hoy es una sugerencia para que el animal piense y haga lo que queremos simplemente decidiéndolo él.
Trabajar aprovechando sus cualidades, su entorno y su inteligencia, propicia que el perro esté hoy día mejor preparado y sea capaz de afrontar retos que hace un tiempo no .
Lo ideal es que todo amo sea capaz de educar a su perro. Esto es, sin duda, lo mejor para ambos. Pero si no se puede, se debe recurrir a un profesional.